La fuerza interna del cosmos en una pluma

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Como la naturaleza, el alma bacilante...

martes, 23 de mayo de 2017

El diario del pequeño Felipe.


Serán 128 días. 128 días con sus noches en las que nuestro pequeño hijo, Felipe, estará alejado de su madre. Y su madre de él. Y yo con él, cuidando sus noches, sus días y lidiando con la ausencia de su madre, mi esposa, que también me hará falta. La razón de este distanciamiento es muy importante y valiosa, un sacrificio necesario, el precio de un proyecto de vida familiar.

La razón del diario que voy a escribir en un nuevo blog, que se llamará como esta entrada, responde al miedo natural que me surge al asumir este tiempo a cargo del bebé, que es justo cuando más apego tiene con su mamá, lo que hace más difícil llevar la situación y por ello siento que viviremos experiencias de las que vale la pena tener memoria.

Felipe está empezando a decir sus primeras palabras pero hay una que sin duda prefiere a todas las demás: "Mamá". Él sabe que esa palabra le trae cariño, consuelo, confort, amor y una que otra galleta. Yo comprendo que Ángela es el ancla al mundo de Felipe en este momento y que ese vacío es imposible de llenar. Solo espero disimularlo lo mejor posible, de tal manera que él esté entretenido, distraído y ocupado hasta que llegue el cansancio de la noche, el sueño y el siguiente día, hasta que pasen esos 128 días que nos reunirán de nuevo. Además, este será el lapso justo para fortalecer nuestros lazos, para que Felipe sepa que la palabra papá también le será útil en la vida y que estaré tan presente como su mamá en sus días.

Esta historia por demás tiene un personaje que subyace, que está allí presente en el pasado y en lo que son hoy nuestras vidas. Es Nicolás, mi primer hijo, con quién cometí mil errores de un padre neófito y con quién compartí vivir y crecer en la paternidad atípica de un padre divorciado que se valió de mil bastones para poderlo criar. Ahora Nicolás tiene 21 años, que es la misma edad que yo tenía cuando él nació, es el hermano mayor de Felipe y es, para definirlo de manera simple, una buena persona. Son dos historias distintas, pero una me da el ánimo y la experiencia para asumir la otra. Por eso no quiero que pase desapercibido mi hijo Nicolás, que aunque ya está escribiendo su propia historia en la adultez, ha sido, es y seguirá siendo parte de mis entrañas.

En este diario pretendo contar día a día la evolución de mis días con Felipe, no solo para contarle de esta manera esta aventura a Ángela en la distancia, sino para generar diálogos y reflexiones para los lectores con quienes podremos tener una relación interactiva de comentarios y aportes que nos podrían ser útiles para compartir cada experiencia, cada anécdota y cada lucha en este mundo maravilloso de los hijos, la paternidad, la maternidad y la crianza sobre lo que ya hay mucho escrito para nada revelado como una verdad absoluta, porque la crianza es un aprendizaje diario en donde el maestro a veces solo conoce y repite unas pocas palabras. Esta es la situación con Felipe, que acaba de cumplir su mes número 17.

Bueno, sin decir más, el 30 de mayo empezaré con la primera entrada. Esta será nuestra primera noche solos. Espero poderlo dormir sin tantos sollozos y espero poder explicarle que el tiempo tiene la bondad de pasar indefectiblemente hasta que se cumplen los plazos y llegan los reencuentros.

Espero contar con su lectura. Procuraré al máximo escribir todos los días. Algunos días inspirado, otros no tanto, pero cada noche espero estar acá, resumiendo el día, dándome ánimo para el siguiente y así, hasta que llegue ese preciado día 128 en donde empezaremos a escribir otra historia.

A Felipe, todo mi compromiso y amor; a Nicolás, mi total admiración por ser quien es a pesar de mis errores como padre y a Ángela, toda la tranquilidad de que haré mi tarea con todo el amor que nos ha unido y que ahora tiene forma de bebé. A los lectores, mi gratitud por compartir lo que crean útil y necesario para sobrellevar mi reto y el que cada uno y cada una estén emprendiendo en sus propias vidas. Este será un espacio de diálogo y crecimiento que surge de una coyuntura compleja pero afortunada.

Bienvenidos y bienvenidas al diario del pequeño Felipe. Acá encontrarán el blog: http://eldiariodelpequenopipe.blogspot.com.co/ que por supuesto, está por escribirse. Al final todos habremos aprendido algo, quizás mucho, porque la vida es un eterno aprendizaje.

Gracias.

Andrés Felipe.